Cuando el primer niño rió, por primera vez, Su risa se rompió en mil pedazos que saltaron por los aires en todas direcciones. Así fue como aparecieron, los Duendes y las Hadas.
Si quieres buscarlos no es muy sencillo, tampoco imposible, porque en el fondo ellos son niños. Es fácil encontrarlos si conservas esa pizca de niñez en tu interior. Esa luz de inocencia y fantasía.Entonces puedes llegar a verlos y disfrutar de su compañía, pero para que ello ocurra debes ser de corazón puro y noble.
Existen varia formas de activar a estos seres mágicos, pero la principal es la fe.
Los Duendes suelen ser traviesos, bromistas y descarados. Con aspecto de diablillos, pero siempre llenos de amor.
Los Duendes son seres mágicos, que les gusta transmitir su magia. Es algo difícil de explicar, sobre seres, que no son espíritus, ni ángeles, ni humanos, pero sin embargo tienen algo de ellos y más.
Según cuenta la leyenda,por la noche existen una serie de duendes llamados, Duendes de las ilusiones y mientras dormimos se dedican a recoger las ilusiones de cada uno y jugar con ellas. Se juntan un montón de Duendes y se las van cambiando uno a otro. Se las ponen, se las quitan, miran a ver lo que se sienten,y así pasan las noches. Por lo demás no habría problemas, pero estos Duendes son un poco despistados y también descuidados, sí que a menudo rompen alguna ilusión, o se la devuelven a la persona equivocada. De tanto manosearla la desgastan, este es el motivo por el cual a veces no ocurre lo que deseamos y por lo tanto también a veces, nos encontramos con sorpresas inesperadas. Era la ilusión de otra persona. Así que cuando alguna vez una ilusión se pierda ya sabes, lo que puede haber pasado.
